KAPUSCINSKI ME SONREIRÍA

Lo único que se es que no soy hijo de Kapuscinski. De verdad, pero hoy... hoy... si pude ser un pariente lejano.


Por andar haciendo cosas de la televisión ahí me tienen a las once de la noche en un lugar llamado Lechería dentro de otro lugar llamado Tultitlán con los indocumentados centroamericanos. Luego ahí me tienen subiendo al vagón del tren con una mochila que pesaba once mil kilos (si,,, once mil ok???) y luego sentado soportando el frío, la lluvia no torrencial pero si muy incómoda, el aire y la grasa negra mezclada con mugre en mi de poca madre pantalón y para terminar el vaivén del pinche tren jodiendo mi columna. Y yo sólo veía la rueda y me decía -no te duermas wey, no te duermas-

Aprendí:

• NUNCA confíes en una reportera rubia
• Los suéteres que me gustan no NO no NO no NO no NO abrigan nada
• No importa que use un bloqueador del ochocientos millones, mi piel de todas formas se jode y quedaré siempre como pueblerino de chachetitos brillosos
• Los cigarros, mis lentes oscuros, la tarjeta de crédito, mi ipod, el celular y pañuleos desechables son un MUST, para que pretender... los necesito para vivir
• Cualquier cosa que tenga que ver con "provincia" y "periodista" amerita unos CAT (mis zapatos de obrero rudo que me salvaron la vida)
• Los paisajes maravillosos y los amaneceres esplendorosos no se disfrutan igual con ráfagas curtiendo los pómulos y agua goteando del pelo y los labios partidos y las nalgas más frías que las de Margaret Tatcher (me manché pero es en serio)
• El REPINCHEOGETE clima hidalguense esta para vomitar por treinta vidas más (frío mal plan y luego calor sofocante)
• Nunca en la vida padeceré de ego televisivo. Lo he sufrido en los demás, lo sufro y me caga!!!! Pinches wanabees!!!!
• Esbribo de moda y arte y ese es el periodismo que amo. Bueno el que me mantiene en mejores condiciones de vida. El otro... puede que me mate en unos meses pero tiene un je ne sais quoi medio extraño que ahí me tiene
• Soy patéticamente dependiente de miles de PENDEJADAS

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Y ya hablando en serio, desde ayer en la noche conviví en compania de una reportera, un realizador y un camarógrafo con indocumentados sudamericanos. No entiendo como podemos juzgar de manera tan radical el mal trato que le dan a nuestros paisanos en los Estados Unidos cuando migran en busca de trabajo si aquí nos hacemos de la vista gorda cuando de inmigrantes sudamericanos se trata.

Vi niños de once y doce años esperando un tren para subir a el mientras avanza corriendo miles de riesgo. Supe de una mujer que viajaba con una niña de apenas nueve meses. Vi mucha gente pasando frío mientras usaba sólo un camiseta de algodón y sobre todo vi mucha gente cuya única motivación en la vida es "salir adelante". Corroboré que una vez más la gente que menos tiene es la más dispuesta a ayudar. Y más que nunca pienso que es una estupidez tener que migrar en un lugar tan pequeño como es esta tierra. Somos nada en el universo para vivir con reglas así.

Hoy dejé de ser un poco idealista y empezé a hacer un poquito solo un poquito más. Y se siente bien.

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